¿Por qué visitarlo?
Esta ciudad colonial, donde Miguel Hidalgo fue párroco, ha sido desde hace años un lugar mágico, lleno de cultura, artistas y buena comida. Muchos retirados estadounidenses viven allí y la mezcla de culturas crea un ambiente único. Es patrimonio de la humanidad por la Unesco y en 2017 fue declarada la mejor ciudad para viajar por la revista Travel & Leisure.
Mientras viví en Querétaro, era mi escapada de casi cada fin de semana.
Qué hacer
En mi opinión, lo más bonito de San Miguel es sentir el ambiente de la ciudad. Pasear por sus calles y entrar en sus galerías y tiendas. Recorrer los puestos del mercado de artesanías. Tomar un helado en la plaza principal mientras escuchas tocar a los mariachis, admiras su catedral de cantera rosa y juegas con los las figuras gigantes que pasean entre la gente. Muchos restaurantes están instalados en casonas viejas y ofrecen espectáculos de música en vivo con los que puedes disfrutar por varias horas.
https://www.mexicodesconocido.com.mx/cosas-que-hacer-san-miguel-de-allende.html
A menos de tres kilómetros de la ciudad, está el jardín botánico el Charco del Ingenio, que exhibe más de 1200 especies de cactáceas y en ciertos días ofrece temazcal tradicional, observaciones astronómicas, conciertos y talleres.
www.elcharco.org.mx/
También a unos 15 km de la ciudad está Atotonilco, un pueblo colonial que tiene un santuario considerado la Capilla Sixtina Mexicana. Está rodeado de balnearios llenos de albercas de diferentes tamaños, algunas de ellas termales, rodeadas de vegetación y flores que despiden un olor delicioso. Si te gusta nadar es una visita imperdible.
https://www.mexicodesconocido.com.mx/atotonilco-guanajuato.html
Donde está y cómo llegar

San Miguel de Allende está a 274 km de Ciudad de México y 60 k
m desde Querétaro.
Lo más fácil es llegar en auto, pero desde Querétaro hay varias líneas de autobuses con salidas frecuentes.
Consejos prácticos para disfrutar al máximo
1 Al llegar a la ciudad haz una parada en el mirador que está junto a la que fue la casa de Pedro Vargas. Desde allí se ve toda la ciudad y su presa y te permite admirar toda la belleza del lugar y su laberinto de callecitas.
2- La mayoría de las calles de San Miguel son inclinadas y empedradas. Fíjate en las primeras calles que miras al llegar, son muy largas y empinadas y te llevan hasta el centro. Es posible que, como yo, admires a los ancianos que las recorren cargando sus bolsas sin dejar de avanzar.
Los espacios de estacionamiento son limitados, sobre todo los fines de semana y días festivos en que la ciudad se llena mucho, por lo que hay que desplazarse bastante para llegar a los lugares de interés.
Estas dos cosas, son todo un reto para una persona con discapacidad motriz y sus acompañantes.
Para poder disfrutar tranquilo, puedes llegar en coche hasta la plaza principal y el mercado de artesanías. En esas zonas, el pavimento es mucho más plano y manejable y ya puedes usar tu silla de ruedas o alguna otra ayuda para desplazarte.
Los policías de tránsito, por lo general dan facilidades para acercarte, bajar y subir del auto.
3- Siéntate en la plaza y respira el aire tan especial de San Miguel. Mira a tu alrededor y disfruta con tranquilidad.
4- Cuando elijas un lugar para comer, presta atención a la entrada y la disposición de las mesas. Elige un lugar donde puedas acomodarte un poco a salvo del tránsito de personas, porque las mesas tienden a estar muy cerca una de la otra.
5- En el lado opuesto a la entrada de la ciudad, el terreno es plano y está pavimentado. Puede ser una opción llegar desde ese lado para acercarse al mercado de artesanías.
6- Si decides visitar los balnearios de Atotonilco, considera que dentro del balneario hay senderos de adoquín o tierra. Pueden recorrerse con precaución. La ventaja es que varios de ellos tienen albercas por todos lados y alguna habrá que quede más cerca. A mí me gusta La Escondida, que tiene caminos de adoquín y aguas termales.
www.escondidoplace.com/
7 En el Charco del Ingenio hay una sección que es bastante accesible y donde puedes ver diferentes cactáceas. Para los más atrevidos, se puede bajar a otros jardines o incluso llegar a la presa, por senderos de tierra y algo inclinados. En estos, si recomiendo tener ayuda de al menos una persona que pueda sostenerte.
Para tener cuidado
1 Las calles de San Miguel, que llegan y salen de la plaza principal, son largas y muy empinadas. Míralas antes de decidirte a recorrerlas, porque las banquetas son muy angostas y no hay lugares donde senta
rse o detenerse a lo largo de la calle.
2- Algunas galerías y tiendas también están instaladas en casonas viejas, en las que entrar con silla de ruedas o andadera puede ser complicado.
Para disfrutar San Miguel y sentir su energía basta con sentarte en su plaza principal y admirarla. Recorrer sus callecitas es un placer adicional, pero no es indispensable para gozar tu visita.